AFEPAN denuncia la competencia desleal en el sector de la panaderia
21/07/2011
La Asociación Provincial de Fabricantes y Expendedores de Pan de Cuenca señala que ellos como empresarios tienen que hacer frente a numerosas inspecciones, mientras que en otros lugares se puede vender pan a menor precio en peores condiciones.
La Asociación provincial de Fabricantes y Expendedores de Pan de Cuenca, AFEPAN, denuncia la competencia desleal que existe en el sector de la panadería, puesto que los empresarios profesionales del sector son sometidos a unos requisitos que no todos los que venden pan deben superar.
En este sentido, las empresas del sector de la panadería artesana son objeto de inspecciones higiénicas y sanitarias por parte de la administración, mientras que otros establecimientos venden pan barato en peores condiciones que se hace en los negocios tradicionales.
Esta situación preocupa a esta organización sectorial integrada en CEOE CEPYME Cuenca que ya ha sido perjudicada por la venta no regulada en establecimientos que no cumplen con las normas exigidas en los hornos artesanos.
Así, denuncian en AFEPAN que mientras los panaderos tienen que hacer frente en su producto al coste del trigo, el agua, la luz y los impuestos, existen otros establecimientos que no cumplen ningún requisito y además se amparan en la libertad de precios para venderlo a mejor coste.
Es más, este tipo de establecimientos añaden al pan la oferta de otros productos para poder así diversificar y aumentar sus ventas y poder obtener una mejor facturación.
En esta línea y para proteger a los profesionales del sector, la Junta Directiva de AFEPAN decidió enviar una circular informativa a los asociados para que denuncien las prácticas de competencia desleal e intrusismo profesional de las que tengan conocimiento con el fin de que la organización sectorial pueda denunciar estos hechos ante las autoridades competentes.
Bajada consumo
Este hecho sigue castigando a un sector muy dañado por la crisis económica, puesto que la venta de pan tradicional ha caído de manera importante en los últimos años por el deseo de las familias de reducir costes, lo que ha castigado mucho a los productores en la provincia que han tenido que cerrar su negocio o reducir sus plantillas.