CEAT Cuenca señala que la economía sumergida es una lacra para empresas y autónomos
27/05/2011
La Asociación Intersectorial de Autónomos de la provincia de Cuenca, integrada en CEOE CEPYME Cuenca, solicita que se persiga a aquellos que efectúan servicios sin darse de alta a la seguridad social, constituyendo un agravio comparativo con aquellos autónomos y empresarios que pagan sus impuestos y generan empleo.
La Asociación Intersectorial de Autónomos de la provincia de Cuenca, CEAT Cuenca, califica la economía sumergida como una lacra para las empresas, pues supone un importante agravio comparativo para aquellas que pagan sus impuestos religiosamente, mientras que estas personas realizan un servicio que no tiene que responder a ninguna obligación fiscal.
Por eso mismo, desde CEOE CEPYME Cuenca recuerda que esta economía sumergida se corresponde principalmente a aquellas personas que realizan pequeños trabajos o tienen talleres clandestinos y pagan impuestos, ni pasan inspecciones.
En este punto, la Confedederación de Empresarios de Cuenca y su asociación de autónomos, CEAT Cuenca, señalan que son estas personas que defraudan al estado las que deben ser perseguidas y no los empresarios que tienen domicilio social, que son los que soportan presión fiscal.
En definitiva, solicitan que no se criminalice, ni se persiga más al empresario, y que se persiga a aquellas personas que realizan sus actividades sin darse de alta como autónomos y sin pagar sus pertinentes impuestos.
Por todo ello señalan que ven con buenos ojos la campaña del Gobierno contra la economía sumergida, pero que se debe centrar en el intrusismo y la competencia desleal y no en apretar todavía más a las empresas.
Datos
La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) realizó un estudio que calculada que la economía sumergida en España alcanzó el 17,4% entre 1998 y 2008, señalando que en los últimos veinte años la economía sumergida se ha multiplicado por cuatro, mientras que la oficial tan sólo se duplicó.
Está claro que la economía sumergida afecta sobre todo a la competitividad de los países en el que las tasas son elevadas, como ocurre en el caso de España.