Quemaduras:
Existen multitud de tipos de quemaduras y focos, desde las más graves que suelen ser las producidas por caramelo (151º) hasta las más suaves.
-Si dejamos una olla al fuego y estamos en una gran cocina y los mangos o asas están muy calientes, suele dar resultado un pequeño truco, echar sal sobre el mango, de este modo el próximo que venga a mover la olla verá que hay algo extraño con lo que tendrá un aviso antes de cogerla sin percatarse de la temperatura.
-Con respecto al caramelo, siempre hay que evitar echar agua sobre el caramelo caliente de forma brusca, ya que conseguiremos que salte y nos salpique, y nos quemaremos seguro. Es recomendable tener espacio para trabajar y un bol con agua y mucho hielo cerca para poder enfriarnos las manos antes de tocar el caramelo o poder enfriárnosla si nos salpicara un poco.
-Con el horno es fundamental el uso de guantes para sacar y meter todo tipo de materiales, es cuestión de acostumbrarse. Existen diferentes tipos de gomas que te protegerán del calor sin frenarte en el día a día como pasaba antiguamente con los guantes de cuero, que además ya están prohibidos por sanidad.
-Con los productos químicos es tan sencillo como tener un gran surtido de guantes junto a ellos para así no olvidarse nunca de ponerse un par antes de usarlos.
Cortes:
Principalmente los cortes en cocina se producen por los cuchillos, y la cortadora de fiambres.
Para que no se produzcan cortes, la solución para la cortadora es utilizar guantes de malla de acero (obligatorio) y el uso de soporte de seguridad, así nos evitamos sustos de cualquier tipo.
Con los cuchillos es más difícil protegerse, ya que a la hora de evitar cortes nos vale la prudencia, y el sentido común:
-Tener el cuchillo muy afilado, es mejor cortarse con un buen filo que sin él. Y realmente controlaremos mejor el cuchillo con un buen corte.
-Si el cuchillo se nos resbala de las manos, es mejor que caiga al suelo que lo intentes coger al vuelo,… puedes perder los dedos.
-Tener un cuchillo para cada elaboración es de buen cocinero. Tener al menos puntillas de dos tamaños, cebollero medio, deshuesados, jamonero, y cuchillo de sierra. Cada uno tiene su uso y de este modo adquirirás destreza de modo que evitarás cortarte también.
-La mayoría de accidentes en la cocina, son cortes con cuchillos de cocineros que tienen experiencia, suelen producirse al guardar o comenzar a usarlos. Por eso se recomienda que los guardéis envueltos en cartones o plásticos protectores.
Caídas:
Una de las normas fundamentales en cocina es que cuando se caiga un líquido, y si es graso más aún, se recoge bien recogido en el acto, ya que el riesgo de caída es máximo no solo tuyo sino de todos los que trabajan contigo, por ello, es una buena acción frente a la prevención de accidentes en la cocina.
-La limpieza diaria del suelo es más que fundamental, pero debemos poner una especial atención en las zonas donde se puede concentrar más grasa. Freidoras, fuegos y hornos.
-El calzado adecuado es imprescindible, y no solo por su suela antideslizante, sino porque son la base de nuestra estabilidad, así que invertir en ellos es apuesta segura.
-Nada de subirse a cajas de refrescos del revés, conllevan un gran riesgo por un posible accidente porque no tienen ningún tipo de agarre y son muy deslizantes con respecto al suelo.
Productos químicos y concentraciones:
No uses envases que no sean los suyos propios para envasar productos químicos, esto puede llevar a confusión y provocar algún tipo de accidente.
-La cocina y el almacén donde estén estos productos deben estar debidamente ventilados, para evitar concentraciones de vapores tóxicos.
Estos son pequeños detalles que si se salvaguardan y mantienen, nuestro trabajo en la cocina será más ligero, sencillo y sobretodo, preventivo.