1.No hacer nada al respecto. Como si no fuera con nosotros.
Todo operador alimentario que ofrezca productos con o sin envasar ya sea tienda, supermercado, hotel, restaurante, cafetería, tapería, bar, etc. está obligado a cumplir con la citada normativa. No obstante, muchos de ellos siguen sin cumplirla.
2.Justificar el cumplimiento de la legislación con un curso de alérgenos.
En muchos casos y para justificar el cumplimiento de la legislación los establecimientos se amparan en la tenencia de un curso sobre alérgenos. Es importante recordar que la normativa no obliga a realizar dicho curso aunque en algunos casos y para informar correctamente consideremos adecuado formarnos en dicha materia.
3.Colocar cartel informativo pero no disponer de la información.
Al igual que no es obligatorio realizar un curso de alérgenos tampoco es obligatorio colocar el cartel aunque pueda ser una herramienta de nuestro sistema de información. El incumplimiento legal es disponer del cartel pero no de la información sobre los alérgenos que contienen nuestros platos.
También es frecuente observar carteles donde se dice “estamos trabajando en ello” con lo que ello supone y más si cabe teniendo en cuenta el tiempo que ha pasado desde la entrada en vigor de la normativa.
4.Adaptar únicamente las cartas.
Pensar que adaptando únicamente las cartas con los símbolos de los alérgenos hemos cubierto el expediente. Hay que tener en cuenta también qué pasa con los productos que ofertamos fuera de carta o qué ocurre si cambiamos cualquier ingrediente de un plato.
Todo esto nos da una idea de que el sistema de información ha de ser mucho más flexible y eficiente que la manida idea de cambiar todas las cartas.
5.El técnico asesor que te prepara la carta.
Hay que tener en cuenta que dos cartas iguales con dos cocineros diferentes pueden tener muchas variaciones. Es decir, que aunque contemos con empresas especializadas que nos ayuden a preparar la información nada mejor que nuestro cocinero como perfecto conocedor de los ingredientes de nuestros platos.
6.Indicar que en nuestros platos puede haber de todo.
El reglamento obliga a indicar aquellos alérgenos que se usen como ingredientes de nuestros platos, y no decirlo, o decir que puede haber de todo es un fraude.
7.¿A qué eres alérgico?...
Este planteamiento es erróneo de base ya que una de las cuestiones básicas por las que nace esta normativa es para que los alérgicos o personas intolerantes no tengan que poner sobre la mesa sus patologías.
8.Libre de….
Otro error muy habitual es confundir “ausencia como ingrediente” con “libre de”. El ejemplo más claro es el del gluten: que todos los productos usados en un plato no tengan gluten como ingrediente no quiere decir que yo pueda determinar que mi plato es "libre de gluten" o “apto para celiacos” ya que para poder usar estar denominaciones existe una normativa específica.
Para una correcta aplicación normativa, debe elegir un sistema de información flexible y práctico; debe tener una metodología seria en su aplicación; debe revisar y actualizar los datos de forma continua; y ante todo garantizar la máxima protección para sus clientes.
Desde el Departamento de Calidad, nos ponemos a su disposición para cuestiones de asesoramiento e información que pudieran surgirles al respecto.