La Confederación de Empresarios de Cuenca destaca el crecimiento de sociedades mercantiles en los primeros cuatro meses del año, arrojando un balance de catorce empresas creadas más con respecto al año pasado.

Así, de enero a abril de 2016 se han constituido 109 sociedades mercantiles en la provincia, todas ellas sociedades limitadas, por las 95 del año pasado, y algo por debajo de las 116 de hace dos años, según indica el INE.

Se da la circunstancia de que, hasta el primer trimestre, las sociedades mercantiles creadas eran inferiores en 2016 a las del año anterior, pero el hecho de que en abril se hayan creado 34 empresas, más del doble de las 16 registradas en este mes del año pasado, ha puesto en positivo el balance interanual enero-abril de este año con respecto al mismo período de 2015.

En cuanto a las sociedades mercantiles disueltas, en este último mes se han disuelto tres empresas más que el año pasado en este mismo período, pero pese a ello el balance enero-abril sigue siendo positivo, puesto que se han disuelto 30 empresas en los cuatro primeros meses del año, por las 45 sociedades que dejaron de existir el año pasado en este mismo período. El dato también es mejor que en 2014, cuando se disolvieron 32 empresas de enero a abril en la provincia.

Por lo tanto, en lo que va de año, se han destruido un 33,3% de empresas menos que el año pasado, siendo positivo por el hecho de que los proyectos empresariales parecen más sólidos y duraderos.

Balance

Con estos datos de sociedades mercantiles y disueltas el balance es positivo en estos primeros cuatro meses del año con 109 sociedades constituidas por 30 disueltas, lo que arroja un saldo positivo de 79 empresas.

Además, este dato es mejor que en el año 2015, cuando hubo 29 empresas más creadas sobre disueltas, pues de enero a abril en la provincia de Cuenca se crearon 95 empresas y se disolvieron 45, dejando un saldo de 50.

Por lo tanto, el balance de estos cuatro primeros meses es positivo para CEOE CEPYME Cuenca, pues se crean más empresas y también se destruyen menos, siendo importante para afianzar un tejido productivo, aunque todavía sea necesario generar más actividad para apuntalar el desarrollo.